martes, 13 de diciembre de 2011

Infraestructura en Brasil
una Mina de Oro para los Inversores


Brasil tiene un déficit en infraestructura, motivado por años de descaso y por una expansión económica reciente sin precedentes que limitó la capacidad de respuesta de las inversiones frente al ritmo de la demanda de servicios. ¿Pero qué se puede hacer delante de esa realidad?
Por un lado, uno se puede dar el lujo de criticar y no hacer absolutamente nada, esperando a que las cosas se arreglen mediante un milagro. Por otro lado, es posible usar esa información ya que nos dice mucho sobre el país y las posibilidades que nos ofrece.

Donde existen necesidades urgentes, existen oportunidades únicas y la infraestructura brasileña ofrece hoy esa oportunidad.
Aquí, la demanda por infraestructura es real y creciente, lo que significa que tan sólo hay que actuar en uno de los diferentes polos o necesidades.
Brasil necesita mano de obra calificada, necesita mejorar sus carreteras, sus puertos, aeropuertos, trenes y centros de distribución, de modo que las oportunidades y los sectores con posibilidades reales y de gran rentabilidad son perfectamente visibles, quizás la mayor dificultad ahora sea mapear los puntos críticos y diseñar una estrategia inteligente de acción, ya que el mercado brasileño es competitivo, proteccionista y lleno de detalles burocráticos y culturales que tienen un papel fundamental en el éxito de las inversiones.
Pero nunca hubo un mejor momento para investir en Brasil, que el actual, siendo las áreas relacionadas a la infraestructura, uno de los puertos seguros para los inversores, desde InfoBras, hemos identificado 4 segmentos interesantes.
PUERTOS:
la infraestructura portuaria de Brasil está entre las peores del mundo, aun así el país es uno de los mayores exportadores del planeta, motivo por el que necesita mejorar urgentemente la situación de los puertos y la infraestructura portuaria. Existen proyectos públicos y privados para la mejoría de los puertos, estimulando a sectores paralelos.
Empresas de logística, almacenaje, distribución, mantenimiento, cursos de comercio exterior y servicios aduaneros son sectores interesantes en los que invertir. Con especial énfasis al sector de Almacenaje, ya que gran parte de los productos agrícolas brasileños, se pierden de camino hacia el puerto y no reciben el almacenaje correcto caso no logre embarcar en el periodo planeado.
AEROPUERTOS:
Brasil registró en los últimos años el mayor aumento de vuelos de América Latina, la demanda satura toda la infraestructura disponible y tan sólo ahora el gobierno permite la inversión privada en el sector. La necesidad en los aeropuertos es bastante variada, siendo por un lado bastante técnica y por otro bastante humana.
Referente al área técnica es preciso invertir en la tecnología usada en el sector, garantizar el aumento de la eficiencia en los aeropuertos, la mejora del acceso y sobre todo la seguridad en los vuelos y en los servicios. Por otro lado hace falta investir en la parte humana, mejorar en entrenamiento de los profesionales que trabajan en el sector aéreo, capacitando y dando oportunidad a una mayor participación social en el sector.
FERROCARRILES:
El sector con mayor atraso en relación a las inversiones hechas por el gobierno, es actualmente una prioridad para la nación que necesita urgentemente mejorar la distribución de la producción entre los distintos puertos y puntos de consumo. Promoviendo un desarrollo más homogéneo en el país. Para ello el sector necesita empresas competitivas y necesita también crear oportunidades, dar formación a la sociedad y elaborar una estrategia eficiente de implementación de servicios. Todo el sector es un atractivo.
SERVICIOS Y ENTRENAMIENTO:
Muchas empresas extranjeras traen desde Europa, Estados Unidos y Asia, profesionales entrenados para viabilizar sus inversiones y planes, lo que supone un gasto elevado e insostenible. Brasil posee una gran oferta de universidades privadas y públicas, siendo la oportunidad de las empresas de generar la mano de obra especializada que necesita. Además está comprobado que sale mucho más barato formar a 3 ingenieros en Brasil que contratar a uno que venga de Europa, de modo que las empresas tiene en la formación y en el proceso de capacitación un filón de oro infravalorado.
El gobierno deduce de los impuestos todo lo que las empresas invierten en educación. Por otro lado muchas veces el profesional extranjero no logra ejercer su actividad en Brasil, sin antes hacer un curso de especialización y prestar una prueba ante las organizaciones de clase que regulan todas las profesiones que existen.
De modo que invertir en entrenamiento y capacitación es reducir costes y mejorar la competitividad del servicio.

Por Wesley S. T Guerra, 1 de Mayo, 2011
FUENTE: InfoBras

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