Javier Navarro 22 de febrero de 2010
Invertir en Brasil es algo que se está poniendo de moda. Ha aguantado bastante bien la crisis y lleva bastantes años creciendo a buen ritmo. Además, la celebración de eventos deportivos (el mundial de fútbol y los juegos olímpicos) han puesto en el punto de mira a un país que había sido ignorado hasta entonces.
Porque Brasil ofrece algo más, la Bolsa de São Paulo es la mayor de Sudamérica y una de las principales plazas financieras del mundo. Además, su deuda pública está cada vez mejor considerada y está buscando la inversión extranjera.
La situación económica de Brasil suele ser bastante buena, podemos encontrar información periódica en el Servicio de Estudios de BBVA. También es de interés consultar el informe país publicado en julio de 2008.
Pero antes de lanzarnos a invertir en Brasil, debemos de tener en cuenta que se trata de un país con moneda distinta al euro, por tanto al invertir en Brasil estamos corriendo dos riesgos. El primero es el asociado a nuestra inversión, el segundo es el asociado a las variaciones que pueda sufrir el tipo de cambio. Este riesgo no es exclusivo de Brasil sino que sucede siempre que queramos invertir en un país fuera de la zona euro.
A la hora de invertir en Brasil, tenemos varias opciones. La primera es invertir directamente en productos financieros brasileños. Invertir en bolsa siempre tiene riesgos, además debemos ser extremadamente cuidadosos al elegir la inversión porque nuestros derechos serán diferentes.
Otra opción que tenemos es buscar un fondo de inversión que invierta en Brasil. En el mercado hay distintos fondos que invierten en acciones de empresas brasileñas o en deuda de distintas empresas. Estos fondos de inversión suelen ofrecer una mayor diversificación que poner todos nuestros huevos en una cesta.
Por último, podemos invertir en la compra de acciones de empresas de otros países con una significante parte de su negocio en Brasil. En Brasil operan todo tipo de empresas (energéticas, constructoras, automóviles, moda…), muchas de ellas con cotización en euros, (lo que nos evitaría el riesgo del tipo de cambio).
Desafortunadamente, esta última modalidad tiene la desventaja de que estamos comprando más negocios que los estrictamente brasileños (problema comentado con la energía eólica). Por tanto debemos estudiar la empresa en conjunto y no sólo su negocio brasileño.
FONTE: www.actibva.com
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