lunes, 12 de diciembre de 2011

La Importancia de un Traductor Profesional

Mucha gente tiene la convicción de que cualquier persona que tenga un mero conocimiento de dos lenguas puede traducir. Pero esta convicción es totalmente falsa y, muchas veces, peligrosa.
Un traductor profesional es una persona que no sólo tiene conocimientos de los aspectos lingüísticos y gramaticales de dos idiomas sino que también dedica muchos años de estudio a aprender las técnicas que permiten realizar traducciones precisas y de calidad. Asimismo, profundiza  en diversas áreas del conocimiento las cuales definirán sus campos de especialización.
Es importante concientizar a la gente y enseñarle que no cualquier persona está apta para traducir y que depende de la profesionalidad del traductor el resultado final del producto.
Cuando se necesita traducir documentos jurídicos (contratos, actas, poderes...), documentos técnicos (manuales, instrucciones sobre cómo operar determinado equipamiento, documentos relacionados con las computadoras...), sitios Web, folletos turísticos o se necesita un trabajo de doblaje y/o subtitulado, entre otros, hay que recurrir a un traductor profesional. El traductor, en estos casos, deberá demostrar un dominio perfecto de las lenguas con las que trabaja y un excelente conocimiento del tema sobre el cual va a traducir. Por supuesto, que una inmejorable ortografía y una redacción impecable son otras de las tan ansiadas características con las que debe contar el profesional. No hay que olvidar que el destinatario de la traducción debe leer el texto como si se tratara de una redacción en su idioma de origen.
Asimismo, el traductor debe ser capaz de transportar desde la lengua de origen a la lengua meta la mayor cantidad de características propias del texto, es decir, recrearlo. Otro aspecto muy importante es ajustarse a los pedidos específicos de cada cliente.
En resumen, el traductor debe tener una idea clara del tema sobre el cual va a traducir, quiénes serán los destinatarios  de la traducción y qué uso se le dará al producto final.
Concretamente, el traductor debe garantizar la fidelidad de la traducción que produjo.
Melina @ Palabras del Plata, 21 de Ene, 2010

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